CENTRO CULTURAL PUCARA
  La fiesta de Santiago
 

LA FIESTA DE SANTIAGO

La marcación del ganado. Es la festividad más importante de los andes centrales y del sur y abarca tres meses, de junio a agosto. Su fecha principal, sin embargo, es el 24 de julio, que antecede a la ceremonia de marcación del ganado. 
Entre los meses de junio, julio y agosto los pueblos andinos de los departamentos de Huancavelica y Junín celebran una de las fiestas de mayor significación en el calendario agrícola ganadero, conocida como Herranza, Marcación del ganado o Fiesta del Apóstol Santiago, que es una conducta ancestral de agradecimiento a la fertilidad de la tierra y de los animales y a los Apus o Wamanis, cerros tutelares protectores de la vida de las comunidades. En los otros departamentos andinos se realiza la misma fiesta en diferentes fechas.

El origen de la fiesta de Santiago se pierde en los tiempos primitivos de las sociedades andinas, viene del rito y celebración del Angosay, fiesta típica prehispánica, donde se adornaban las orejas de las llamas con "achalas" o pompones de lana de colores, como símbolo de propiedad de los ayllus.

El Apóstol Santiago, aquel legendario Santiago Matamoros, convertido en estas tierras en Santiago Mataindios, es el Patrón de España que simboliza la fuerza religiosamilitar, el emblema de la conquista. A la voz de "¡Santiago!" los ejércitos de España invadían, conquistaban con la cruz, la espada y el idioma. Los curas catequistas colocaron en las manos del Apóstol Santiago una espada en forma del rayo, el dios Illapa (rayo) de la cultura prehispánica, detalle de dominación usando un elemento de respeto de los Incas.

En las noches del mes de junio se encienden grandes fogatas en las chacras y faldas de los cerros que defienden a los sembríos de las heladas y es el anuncio de la proximidad de la fiesta de Santiago.

En estas noches de luna, salen a pasear -bailando y cantando por los campos- los jóvenes de ambos sexos, ataviados con llikllas (pequeña manta sobre las espaldas), rebozos, chullos, ponchos, sombreros y chalinas. Rebozos y chalinas que sirven para no ser reconocidos en estas andanzas de los primeros enamoramientos.

Los jóvenes, provistos de tinyas, llungur, huaclas y waqrapukus visitan las casas cantando temas alusivos a la celebración de Santiago o Taita Shanti. El llungur o mamac es una caña gruesa de metro y medio, que se toca en forma transversal, el huaclas es una corneta de lata que aparece en las ferias después de 1950, como muestra artesanal de los hojalateros de la región, en tanto que el waqrapuku es la corneta de cuerno y la tinya, un pequeño tamborcito que las mujeres tañen acompañando a sus voces.

LA NOCHE CENTRAL

Pasado un mes, luego de este paseo nocturno, la noche del 24 de julio se inicia la verdadera celebración de Santiago, con el Altar Hatacuy o "amarrar" y adornar el altar, con flores, ichu, mates de calabaza conteniendo harina de maíz, cintas multicolores usadas en anteriores santiagos y hojas de coca con los nombres de las vacas y toros.

Acto seguido se realiza la Misa Mastay, ordenamiento o tendido -sobre una manta colocada en el suelo- de los "símbolos" de esta fiesta andina: coca, pedazos de "piedras" de oro y plata, botellas con chicha, agujas de arriero y pequeñas cintas multicolores que serán colocadas en las orejas de los animales.

Los comensales se sientan alrededor brindando con guarapo y pito, bebida exclusiva de la fiesta de Santiago, mezcla fermentada de hachita o cañihua, cerveza, vermut y aguardiente; mientras las tinyas plañideras eternas, tocadas por mujeres sentadas en hilera, van llamando al wakrapuku.

Sobre la mesa tendida, se cruzan manojos de ichu, formando pequeños cuadriláteros o "corrales", donde se colocan puñados de hoja de coca. Cada participante entregará al caporal hojas sanas de coca simulando darle cuenta del ganado cuidado durante el año. Momento cargado de diálogos irónicos en quechua, donde el mayordomo trata de demostrar su descontento y el pastor defiende su "trabajo sacrificado".

Luego viene el Cintachicuy, momento muy especial en que se agarra a los becerros y terneros para colocarles las cintas en las orejas. Mientras la aguja de arriero va perforando el lóbulo o se van anudando las cintas, una sinfonía de voces e instrumentos llena el espacio; hombre y animal, van repitiendo un rito secular. Los sonidos del waqra, el llungur, el huacla, la tinya y las voces cantarinas de las mujeres se elevan por los aires en un hermoso concierto donde el hombre y la naturaleza se encuentran en un feliz entendimiento.

Después sigue el Casaracuy o "matrimonio" entre un becerro y una joven, o una ternera y un joven, dentro de un juego de picardía y erotismo. El mayordomo de la fiesta y algunas mujeres, cuelgan en los hombros de los mozos, a manera de ofrenda y agradecimiento, largos collares llamados wuallqas, que llevan ensartados rollos de serpentinas, bolsitas de caramelos, bizcochos, frutas, pequeñas botellas de licor, mientras otras mujeres comienzan a echar harina fina a los concurrentes.

Este proceso termina con la "Jarjuna" que consiste en devolver al ganado a sus corrales, el Qocha Upiay,(beber del manantial) otra escena de enamoramiento e insinuaciones eróticas, donde las mujeres representan a las vaquillas y los varones a los toretes y el esperado "cerrojo", acto donde se baile y bebe en total desenfreno.

El plato obligado de esta celebración es el mondongo que hierve toda la noche, además del cuy acompañado de "atajo" y papas amarillas. Algunas de las flores de Santiago que adornan los sombreros de las mujeres son la "lima lima", "escorsonera" "chiuchi chiuchi", "huila huila", "huajchor".

La fiesta de Santiago es también una forma de mostrar el espíritu solidario de las comunidades y de evaluar la cantidad de sus sembríos y de sus animales.

Siendo una celebración de neta estructura campesina, al ingresar al salón de modales mestizos cambia de ropaje y estructura. Por ejemplo, en la ciudad de Huancayo, numerosos locales invitan a un popurrí despersonalizado y bullanguero, donde la música del Santiago se confunde con las de la salsa y la chicha. En Lima, en los campos deportivos, locales, peñas, principalmente los de Ate Vitarte, en la carretera central, ofrecen réplicas de esta fiesta, sin los instrumentos musicales auténticos que son reemplazados por orquestas típicas del centro.


 
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